Momentos para recordar.

Momentos para recordar.
Podemos volar.

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miércoles, 31 de octubre de 2012

Capitulo 31-.


Capitulo 31-.
Desperté poco a poco, abriendo los ojos. La luz de la mañana entraba suave por las cristaleras, dejando el salón con unos colores muy agradables. Me estiré y no vi a Pablo:
-Buenos días princesa.
Sonreí:
-Buenos días, precioso. ¿Cómo has dormido?
-¿A tú lado? Mal, ¡Te mueves muchísimo!
Se le escapó una risita y se acercó a donde estaba tumbada, mirándole en la cocina. Se tumbó y me dio un beso en la frente:
-He dormido mejor que nunca. ¿Y tú?
-Igual que tú, o mejor, quién sabe.
Me tendió la mano para levantarme, nada más colocarme recta me esperaba un beso, el de buenos días:
-Vaya, voy a tener que dormir más a menudo para conseguir estos buenos días.
-Tranquila, ya tendremos tiempo cuando vivamos juntos.
No quité la sonrisa ni un segundo. Ni uno solo. Le miré, sin saber bien que decir:
-¿Quieres vivir conmigo?
-¡Vaya, nunca pensé que me lo pedirías!
Rió:
-Tonto.
-Me quieres.
-Mucho.
-Yo mucho más.
-No.
-Sí.
Me acerqué a su oreja y susurré:
-No.
Me cogió en brazos y me llevo al jardín, al borde de la piscina. Me agarré como pude a su cuello, aunque la amenaza de caer al agua, seguía allí:
-No, vale, vale. Tú me quieres más.
-Eso está mejor.
Me soltó y caí al agua. ¡Qué fría! Salí de allí mirándole:
-¡TE ODIO!
-Mentira. Me quieres.
-No, ahora no. Ahora quiero a Laura.
-Anda, ¿Me cambias por Laura?
-Síp.
-Vale vale.
Se alejó caminando con la frente alta, los brazos cruzados sobre el pecho y los ojos cerrados. Salí de la piscina saltando al borde, y me abalancé sobre él. Me subí a su espalda, de repente abrió los ojos, descruzó los brazos y me cogió de las piernas:
-No te enfades venga…
-No me enfado tonta, contigo no.
Entramos dentro y estaban todos a su aire, unos mirando la televisión, otros en el sofá dándose mimos, y algún otro en la cocina, con el desayuno. Me uní a estos últimos. Abrí la nevera y saqué la leche, la coloqué en un tazón junto con café y mucho, mucho azúcar. Me senté en la encimera totalmente mojada, Thais rió y Andrea casi se resbala con el charco que había dejado:
-¡ANDREA! ¿Estás bien? Cuidado no te caigas, que Pablo me ha tirado a la piscina y bueno, estoy un ‘’poco’’ mojada…
-Sí, tranquila que no me caigo. ¿Y eso?
Risas.
-Nada, que estábamos hablando de quién quiere más a quién, y bueno, cabezota el que me ha tirado por contradecirle.
Sonreí mientras removía el café con la cuchara:
-Que monada, jo.
-¿Monada? Monada tú y Òscar anoche ¿eh? Cuenta cuenta mujer.
Thais y su forma de disimular:
-Pues nada… estábamos hablando y empezamos a hacer el tonto, tonteo, besos, caricias y acabamos en la cama, con la ropa por el suelo y al rato, vosotros en la puerta.
Se sonrojó, que mona:
-Vaya, pero... ¿te gusta?
La duda ya me carcomía, tenía que preguntárselo:
-No sé, fue un aquí te pillo, aquí te follo, como dice el.
Más risas, aquella noche en casa de Thais estaba yendo genial. Al acabar de desayunar subí a la habitación de Thais como ella me había dicho, cogiendo algo de ropa limpia para ponerme. Bajé y recogimos todo, no íbamos a dejar la casa sucia y desordenada, obviamente. Me despedí de todos junto con Pablo, Sandra y Dani, ya era hora de irse cada uno a su casa. Nos despedimos de Pablo en la puerta de mi casa, ya que estaba delante la suya. Entramos y fuimos directos a mi habitación, dejando todo al lado de la cama, me tiré encima de esta, mirándolos a con una sonrisa enorme en la cara:
-Bueno… con que Alex y Laura, ¿eh, pillines?
Me eché a reír, me parecía cómica aquella situación:
-Calla, que tú estás con Pablo que no ves otra cosa. ¿Sabéis que? Esta mañana, Alex, cuando he ido al jardín a fumar, ha aparecido detrás de mí y hablando un poco de todo, me ha preguntado si voy con el esta noche a un baile que hay. ¿No os parece monísimo?
-Anda, si te has sonrojado y todo. Laura me preguntó lo mismo, pero ayer, en la feria.
-Osea, los 3 con pareja, en un pueblo desconocido, en un baile que no tenemos ni idea de que va, por que nos gusta 1 persona. Cualquiera diría que es una broma.
Risas, siempre risas con ellos:
-Chicos, ¿Vamos de compras para esta noche estar perfectos?
-Vale, mejor, pero luego el dinero, te lo devolvemos. ¿eh?
-Sí.. 

viernes, 26 de octubre de 2012

Capitulo 30-.


Capitulo 30-.
Algo cayó al suelo. Me desperté de un salto de la cama improvisada con la que dormía con Pablo. Le ladee para que se despertara, tardó un poco pero lo hizo. Tardé un poco en darme cuenta de que era casa de Thais, no la mía. Despacio, mientras Pablo miraba, inspeccioné la habitación, pero no había nada que pudiera haber hecho aquel ruido. Me levanté y de puntillas subí al piso de arriba, estaba asustada, no sabía que había pasado. Escuchaba ronquidos por muchos lugares de la casa, ningún ruido extraño. Apoyé la oreja en la puerta donde, pocas horas antes, Andrea y Òscar estaban juntos. Volví a escuchar el ruido, como de un golpe seco, pero esta vez en el jardín. Bajé de igual forma que había subido, sin hacer ruido. Abrí las cristaleras que separaban la casa de aquel esplendido jardín. Salí y vi a Alex con algo en los pies, parecía una pelota, no lo puedo asegurar. Me acerqué a él, se giró antes de que yo pudiera darle un susto, me sonrió. Como varias veces había pensado, me gustaba esa sonrisa, era sincera y limpia:
-¿Qué haces aquí? –Susurré- ¿Y esos ruidos eras tú?
-No puedo dormir, hay cosas que me rondan la cabeza… Y sí, era yo y el balón de futbol.
Caminó un poco más hacia delante, hasta una pared con matorrales, se admiraba todo el cielo cubierto de estrellas. Le seguí y me senté a su lado:
-¿Qué te pasa? Si quieres contármelo, intentaré ayudarte.
-Sandra…
Le miré, ¿Qué pasaba con Sandra? ¿No habían estado toda la tarde con miraditas, sonrisas y tonteo? ¿No le gustaba?:
-Que ha pasado con Sandra…
-Me gusta, no sé cuánto, pero me gusta.
-¿Eso es un problema?
Suspiré aliviada, sonreí y pensé que era tonta por pensar eso de Alex:
-Sí, quiero pedirle que venga conmigo al baile de mañana pero… no se que como hacerlo y me da miedo que me diga que no…
Reí, leve, pero lo hice:
-Yo creo que te dirá que sí, es mi mejor amiga, ya sabes, con un una mirada sé todo lo que piensa.
-Es posible, pero el miedo no se me quita…
-Eres tonto, que lo sepas.
Le di un beso en la mejilla y me levanté, le tendí la mano para ir a la cama pero la rechazó:
-No, yo me quedo un poco más, quizás la brisa nocturna me haga bien.
-Vale, pero no te marees ¿eh? Piensa que si tienes dudas con Sandra, aquí estoy yo para todo. Y no solo con Sandra.
-Losé, y sabes que yo lo mismo ¿Vale?
-Vale. No tardes en acostarte que ya es tarde.
-Vale, buenas noches.
-Buenas noches.
Caminé hasta la casa de nuevo, estaba bien aquella brisa nocturna, como él había dicho. Nada más entrar Pablo me miraba, sonreía y di una vuelta. Se levanto y me cogió de la cadera levemente, dándome un beso en los labios:
-Eres preciosa, pero más cuando la luz deja que te vea.
-Yo creo que soy mejor ahora, que no se me ve.
Río y me mordió el labio:
-Como castigo por decir tonterías.
-Me gustan tus castigos entonces.
Logré decir cuando me soltó. Le cogí la mano y le saqué al jardín, yo delante y el detrás. Paré y le cogí las manos, rodeando mi cintura. Apoyó su barbilla en mi hombro y mi cabeza en el suyo, nos miramos:
-Te quiero Pablo.
-Te quiero Sabrina.
Otro beso, este más largo y dulce. Pasado un rato de mimos en el jardín decidimos entrar, dormir o cualquier cosa. Nadie se había enterado de nada y Alex, nos observaba desde el jardín, atento a los movimientos de Pablo. Me acosté en la cama y el a mi lado:
-Buenas noches cariño.
-Buenas noches.
Cerramos los ojos, yo acurrucada en su pecho, y él con la barbilla en mi cabeza.

domingo, 30 de septiembre de 2012

~Capitulo 29-.


~Capitulo 29-.
-¡Sabrina! ¿Dónde estabas? Te estábamos buscando, nos ha llamado Andrea y Thais, dicen que si queremos ir a ver una peli. Que anoche se canceló. Solo estaremos nosotros, Thais, Òscar, Andrea  y el novio de Thais… -Dijo Laura-
-¿Qué?
-Es su novio, tiene derecho a venir, por muy poca gracia que nos haga…
-Bueno, está bien. ¿Queréis ir?
-Claro, ya lo hemos hablado, pero si no vas tú, nosotros nos quedamos contigo –Dijo Sandra-.
-Pablo, ¿Quieres ir? –Me giré y le sonreí-.
-Claro cariño.
-Vale, ¿A qué hora es?
-Pues nos vamos ahora allí y cenamos, ¿no? Eso nos ha propuesto. –Comentó Dani-
Caminamos en dirección a casa de Thais. No me hacía ningún tipo de gracia que se fuera su novio, pero no iba a prohibirlo. Llegamos y Dani todavía iba de la mano de Laura, que monos. Llamamos al timbre y aparecieron dos chicas pequeñas con una sonrisa en la boca. Thais y Andrea. Dos abrazos muy fuertes a las dos y las presentaciones. Entramos y nos pusimos en el sofá. Saludé a Òscar con un fuerte abrazo. Vi al novio de Thais, le miré y le di dos besos a pesar de mis pocas ganas de hacerlo. Me giré y vi a Sandra y Dani un poco fuera del papel, me acerqué y les dije que se sentaran en la alfombra o en el sofá, donde quisieran.
Vimos la película con tranquilidad, en algunos momentos me giraba y me veía a Thais besándose con el… seguía sin entender el por qué estaba con él, solo le traía problemas. En fin, algún día se dará cuenta, espero…  Me tumbé encima de Pablo y bajó la cabeza, en ese momento nuestras miradas se cruzaron, el mundo paró. No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero llegó un momento en que alguien gritó. Me levanté rápida, al igual que todos. Subimos al piso de arriba, los chicos delante y las chicas detrás, aunque Thais quiso ir delante. Buscamos el lugar del grito y vimos a Andrea riéndose con Òscar en una habitación. Todos nos quedamos mirando ¿Qué había pasado? Miré a Òscar y su mirada lo decía todo:
-¿Qué ha pasado? –Preguntó Thais, a la vez que entraba en la habitación-.
-Nada, que he visto una araña y me he asustado –Andrea enrojeció al decir esto- y Òscar la ha matado, perdón por el grito.
-Anda que… -Reí- haber que hacéis parejita.
Reímos todos y nos fuimos de aquella habitación. Mientras todos bajaban a ver la película, me giré y abracé a Pablo, le sonreí y nos besamos. Infinitos minutos, sin nadie que pudiera impedirnos aquello. Le cogí la mano y bajamos de nuevo a acabar de ver aquella película. No recuerdo el nombre demasiado bien. Creo que se llamaba ‘’Todos los días de mi vida’’ Una película que, realmente, me enamoró.
Cuando terminamos de verla decidimos cenar allí. Llamamos a una pizzería cercana y pedimos. Media hora más tarde estaban allí:
-Por cierto, ¿Y Òscar y Andrea?
-Arriba. ¿Subimos? –Preguntó Thais, alzando las cejas-
Caminamos todos por las escaleras sin hacer ningún tipo de ruido. Nos pusimos a escuchar y ya se notaba que sucedía en aquella habitación. Abrimos la puerta despacio, intentado que el pomo no hiciera ruido. Miramos sin que se dieran cuenta y si, estaban teniendo relaciones. Òscar se dio cuenta y al segundo intentaron taparse con las sabanas. Todos reímos al verlos, excepto Andrea, que quería matarnos a todos, con la expresión lo decía todo:
-Òscar, esto no me lo habías contado, –Comentó casi sin aire Alex- Me parece mal.
-Dios, cállate. –Se ladeó buscando sus bóxers y se los puso, dejando la sabana a Andrea-.
-¿Nueva pareja en el grupo? Hay que hacer una fiesta en celebración. –Rió Thais-
-Por favor, esto a nadie… -Susurró Andrea, todavía roja-
-Tranquila, queda entre nosotros y Òscar. –Sonreí y salimos de la habitación-
Después de ver aquella escena decidimos acabar de cenar, con tema de conversación añadido recientemente. Nada más terminar decidimos dormir en camas improvisadas, como de normal, los padres de Thais no solían estar los fines de semana por lo tanto, no había problema. Yo dormí con Pablo, bueno, dormir, nos pasamos la noche hablando y riendo bajito. Todos los demás, repartidos por la casa. Pero a mitad de la noche, sucedió algo…



lunes, 3 de septiembre de 2012

~Capitulo 28-.


~Capitulo 28-.
Llegamos a un descampado grande, lleno de artilugios de feria. Los niños corrían por allí con algones de azúcar en la mano, otros con piruletas más grandes que ellos. Las madres se sentaban en bancos, en aceras, o en cualquier sitio para poder controlar desde las distancia a los hijos. Los gritos de los feriantes, las risas de la gente, la música de las atracciones, todo. Era maravilloso estar allí, cada olor, cada movimiento, me recordaba a las ferias en Italia, con mi abuela y mi abuelo. Anda, pero si faltan 2 días para su cumpleaños. La llamaré. En aquel momento, Pablo me estiró del brazo para irnos a la noria. Le seguí al lado de todos los demás. Llegamos, compramos el ticket e hicimos cola. Cuanto tardaba en desaparecer, parecía que todo el pueblo estuviera allí. En aquel momento, justo aquel, empezó a sonar ‘’What makes you beautiful’’ de One direction. Me quedé quieta, notando como cada nota se metía por mis oídos y recorría mi sangre hasta mi corazón. Si, lo admito. Soy fan de One Direction. Aún no había salido su primer álbum, pero faltaba poco. Me percaté y volví en mi. Caminé unos pocos metros, ya habían subido varias parejas y nos tocaba a nosotros. Se paró y salieron unas pocas personas. Decidimos entrar los 6, cabíamos de sobra. Entramos, me coloqué en la ventana, justo delante de Pablo. Apoyé el brazo en mi rodilla admirando aquella vista. Era precioso. Noté que alguien me acariciaba la pierna, me giré y le vi. El y su preciosa sonrisa, se la devolví. Me giré al otro lado y me metí en la conversación:
-Wow, este lugar es precioso, aunque estemos un poco encerrados… -Dijo Laura- Tengo un poco de claustrofobia.
Dani que estaba a su lado le dio un abrazo. Ella sonrió y se lo devolvió:
-Si tienes miedo, abrázame fuerte.
-Vale, gracias. Intentaré no ahogarte demasiado jajaja.
-Tranquila, creo que podré respirar jajaja.
Se miraron unos segundos y apartaron la mirada. Espera. ¿Estaban sonrojados? Dios, había chispa allí. Sonreí y miré a Alex y Sandra. Simplemente amigos. Ojalá hubiera algo entre ellos, aunque vivieran a 3h de distancia. Sé que ese chico es para ella. Al pensar aquello me puse un poco celosa, no entendía nada. Seguíamos dando vueltas. Sin saber cómo, ya debíamos bajar. Cuando ya estábamos fuera decidimos ir a por un algodón de azúcar. Me lo pagó Pablo, pese a mi testarudez. Lo compartimos entre los 6. Nos sentamos en unos bancos de por allí cerca:
-Alex, ¿Vienes a el canguro? –Dijo Sandra- Los demás creo que les gusta un poco más tranquilo jajaja.
-Claro, vamos – Sonrió y caminaron hasta allí-
-Nosotros creo que también iremos a dar una vuelta haber que hay ¿Quieres Dani? –Pregunto Laura un poco avergonzada-
-Sí, vamos y dejemos solos a estos dos jajaja –Le cogió la mano y también se fueron-
-Bueno, nos han dejado solos, ya tardaban jajaja
-La verdad es que si. Aunque yo tenía ganas de quedarme un rato contigo.
Se acercó y me dio un beso con sabor a algodón de azúcar. Ahora estábamos el doble de pegajosos que antes. Reímos. Cuando nos terminamos el algodón, nos levantamos y cogidos de las manos fuimos a dar una vuelta. La verdad, era todo una chapuza, pero para pasar la tarde, venía bien. Mirábamos como se divertían los niños pequeños. Cada sonrisa suya se me clavaba en el alma. Era como volver a la infancia:
-Tengo una idea. ¿Por qué no nos vamos un rato por aquí cerca y luego volvemos?
-Genial, ¿Pero dónde vamos?
-Donde sea, ¿Qué más da? Mientras sea contigo cualquier lugar es precioso.
Me sonrojé y le seguí. Empezamos a recorrer calles sin rumbo. Todo el mundo estaba en la feria y solo se oía risas. Nuestras risas. Llegamos a un caminito de tierra y nos adentramos en el. Los arboles tapaban la vista a los lados. Poco a poco se divisaba una pradera a lo lejos. Llegamos. :
-Dios mío. Es, es precioso.
Me quedé sorprendida al ver aquel lugar. No tenía nada que ver con la pradera a la que me llevó la primera vez. Era un acantilado, justo debajo de nosotros, una pradera, miles de árboles, el rio, y algún pueblo disperso. Se colocó detrás de mí, colocando sus brazos rodeándome la cintura y su barbilla en mi hombro. Giré un poco la cabeza para darle un beso en la mejilla.
-¿Te gusta?
-Me encanta. De verdad, eres un muy buen explorador, jajaja.
-Lo sé, lo sé. Jajaja. Lo mejor de todos los lugares, es que puedo compartirlos contigo.
-Tienes razón. Este lugar no sería tan bonito, tan impactante si tú no estuvieras conmigo, aquí.
-Al revés.
-No.
-Sí.
Me giré y le miré a los ojos con una leve sonrisa:
-No.
Me dio un beso, supongo que para callarme:
-Gano yo. Sí.
-Cabezota jajaja.
-Mucho, pero sé que te encanta.
-Tienes toda la razón. Me encantas así, y no te cambiaría nada.
Sonreí y dejó de abrazarme:
-Sabrina, mañana por la noche, se celebra una fiesta en honor a que llega el verano. Me preguntaba si... querías venir conmigo…
-No.
La cara le cambió al completo, se apartó de mi y reí:
-¿Qué te hace tanta gracia, tonta?
-Que me gusta picarte. Claro que iré contigo tontorrón.
Me acerqué y le di un abrazo:
-Te quiero.
-Te quiero más.
-No voy a discutir esto, que llegaremos tarde jajaja.
-Es verdad, mejor vamos.
Nos cogimos de la mano y deshicimos el camino hecho para volver a la feria. 

sábado, 1 de septiembre de 2012

~Capitulo 27-.


~Capitulo 27-.
Abrí los ojos. Dani y Sandra roncaban aún. ¿Qué hora sería? Alcancé el móvil. Las 2 del mediodía. Salí de la cama conforme pude, caminé hacía el baño. Entré. Hice mis necesidades. Y salí. Volví a la habitación y despacio los tambaleé. Sandra me proporcionó un manotazo. Y Dani y grito de ‘’5minutos más, mamá’’. Me reí y lo volví a intentar. Nada. Bajé a la cocina a preparar el desayuno. Había una nota en la mesa de la cocina:
‘’Sabrina:
Sara y yo nos vamos a pasar unos días. con los abuelos, hace tiempo que ella no les ve, hemos pensando esto para también, dejaros a solas, volver cuando queráis a casa, pero eso sí, volved a casa, o al menos, déjame una mensaje.
Besos. Papá’’
Bueno, una semana entera, mis mejores amigos, yo, mi novio... ¡Dios! Qué bien suena. Sabrina y Pablo. Pablo y Sabrina. Me entró la risa tonta, en medio de la cocina. Me percaté y intenté parar, me salía la sonrisita sola. Coloqué 3 vasos con leche en el microondas. Muy poco rato, hacía calor, y no apetecía nada caliente. Pip. Echo. Los dejé en la mesa junto con unos croissants y una jarra con zumo y volví a subir a la habitación. Cogí mi móvil, música, cogí el cable de los altavoces y lo enchufé, ‘’Duerme conmigo’’ De Marea. A todo volumen. A los 2 segundos, saltaron de la cama asustados. Reí, era gracioso verles las caras a los dos. Paré la música y les di un abrazo y un beso a cada uno. Sandra llevaba una resaca que no veía casi ni el suelo. La ayudé a bajar y le di una aspirina. Desayunamos con la televisión y riéndonos un rato. Al terminar, subimos y nos pusimos los bañadores/ bikinis. Bajamos de nuevo, a la piscina esta vez, colocamos las toallas en la hierba, bajo el sol. Nos pusimos crema y ¡Al agua los tres! Qué buena estaba, tibia, clara, casi transparente. Buceamos y jugamos con las pelotas de playa. Qué bonito día de primavera. ¿Cuántos quedaban para el verano? Una semana quizás:
-Cariños, ¿Cuánto queda para que sea oficialmente Verano?
-Pues, una semana ¿No Sandra?
-Ni idea, no me preguntéis mucho que no se tanto ahora jajaja.
Reímos a base de aquel comentario, la verdad, estaba con sueño, se le veía. Salimos del agua y nos mojamos con la manguera, estaba más fresca y más limpia. Nos tumbamos en las toallas, y me acordé de anoche, de nuevo:
-¿Sabéis qué? –Dije tumbándome en la toalla-
-Dinos gordita.
-Pues… anoche, cuando llegamos vosotros os dormisteis enseguida, marmotas jajaja. Pues yo no podía y me bajé a ver la televisión un poco, me asomé a la ventana y vi a Pablo. Y bueno, salí a saludarle, me dijo que se iba un rato con los amigos y como no podía dormir, pues decidí ir con el. Total, llegamos y me presentó, pero me presentó como su novia. Repito SU NOVIA. ¿¡Os lo podéis creer?! Yo aún estoy emocionada – Sonreía y reía como una niña con su primera Barbie-.
-¿Enserio cariño? Bua, que suerte que tienes mala persona. A mi no me llega el turno, ni para atrás. Jajaja –Comentó Sandra- Felicidades eh.
-Felicidades tonta, haber cuando nos lo presentas ¿eh? que nos tienes aquí muertos de la curiosidad por saber quién es nuestro cuñado jajaja.
-Pues, si queréis, le llamo y que venga.
-Vale, y que se traiga a un amigo.
-Y una amiga. Ejem.. –Comentó Dani, como si tosiera-.
-Jajaja, vale vale, ahora llamo también a Alex y a Laura, esta tarde quedamos.
Cogí el móvil y marqué el número de Pablo:
-¿Sí?
-Cariño.
-Princesa, ¿Qué tal?
-Muy bien, en la piscina con mis mejores amigos, que pasan aquí la semana. ¿Y tú?
-En comparación, yo me aburro mucho. Con la moto pintándola de blanco, que me aburrido el color que tenía. Jajaja.
-Más bonita de Rosa jajaja.
-No ¿eh? Eso es más de chica, por muy raro que suene.
-Me da igual, es más bonito. Bueno, da igual, ¿Esta tarde puedes salir?
-Claro, ¿Por?
-A las 5 en el Centro Comercial, ¿vale?
-Vale, nos vemos luego mi vida. Te quiero.
-Te quiero.
Colgué después de dos besos. A continuación hice lo mismo con Laura y Alex. 5 en el Centro Comercial. Y ya eran las 4. Nos levantamos y recogimos las toallas. Subimos arriba, y Dani decidió ducharse en el jardín, con la manguera. Le dejé los jabones. Así iríamos más rápido. Sandra se duchó conmigo. Al acabar nos cambiamos rápidamente. Unos shorts y una camiseta corta de tirantes. Íbamos iguales, como en los viejos tiempos. Acabamos y nos peinamos, ya estaban en el baño los jabones de Dani, y el, esperaba en el salón con la Televisión. Acabamos y bajamos, cogí el bolso con lo de siempre, apagamos la televisión y salimos de casa. Las 4’50. Llegaríamos, pero un poco tarde. Caminábamos rápido. Las 5’07. Allí estaban los 3. Me abalancé sobre Pablo y le di un beso. Luego dos a Laura con un fuerte abrazo, y otros dos y un abrazo a Alex:
-Os presento. Ella es mi mejor amiga, Sandra. Y el mi mejor amigo, Dani. Ellos son Alex, y Laura, mis cositas. Y este chico tan guapo de aquí, Pablo. Vuestro cuñadito jajaja.
-Uis, el famoso Pablo. Encantada. Jajaja. Cuídamela eh – Comentó Sandra entre risas-
-Buenas chaval, te has ligado a una joya, cuidado que es muy mala, si se enfada, te costará desenfadarla. Jajaja.
-Jo, que se va a pensar cosas que no son, malas personas jajaja –Le rodeé con los brazos la cintura y le di un abrazo suave-
Tras un rato de presentaciones, decidimos ir a una feria que había allí cerca, a las afueras del pueblo. Caminamos por parejas. Sandra y Alex. Dani y Laura. Yo y Pablo. 

sábado, 18 de agosto de 2012

~Capitulo 26-.


~Capitulo 26-.
La 1’30 de la madrugada. ¿Y Sara? La llamé. Nada, no conestaba. Esperé unos minutos y volví a llamar. Bip. Bip. Bip:
-¿Sí?
-¿Dónde estás?
-Con unos amigos… ¿Por?
-Vamos a por ti, y nos vamos ya a casa. ¿Dónde estais?
-No, voy yo… esperarme.
-No. Dime dónde estás joder.
-En casa de Manu…
-¿Qué? ¿Qué haces en casa de ese? Joder Sara, ¿Cuántas veces te he dicho que Manu va a lo que va?
-Ya, pero que están todas, no me iba a quedar sola.
-Dios. Va, baja, en unos minutos estamos allí.
Colgué. Mi hermana era una copia a mí, no se da cuenta de las cosas hasta que no le suceden. Uff.. Cogí de la mano a Dani y a Sandra, nos despedimos de todos y nos fuimos hasta la casa de Manu. Allí estaba, sentada en la escalera cabizbaja. La llamé, vino y me dio un abrazo:
-Lo siento – susurró-.
-¿Qué sientes?
-No hacerte caso, lo siento teta.
-Da igual.
Dani la subió a caballo y nos fuimos a casa. Reímos e intentamos disimular la borrachera de Sandra. Funcionó. Cogí la llave, abrí y grité a mi padre que bajara. Pasados unos minutos apareció, vio a Dani y me miró. Le sonreí picara:
-Nada… que el viene a pasar la semana. Sus padres se van de viaje. ¿Te parece mal papi?
Continuó mirándome un par de segundos más. Suspiró:
-Esta bien… pero los 3, comportaros.
-Sí. –Dijimos a coro-.
Subimos al descapotable. Colocamos la capota y nos fuimos a casa. Tardamos las 3h de siempre. Nada más llegar cada uno subió a su habitación, eran las 5 de la mañana y estábamos todos cansados. Sandra y Dani con sus mochilas me siguieron hasta mi habitación. Entraron y cerré la puerta. Dejaron las mochilas en los esalones que había desde la puertecita hasta el nivel de la habitación. En esa cama cabíamos los 3. Nos cambiamos, con Dani mirando hacia otro lado y nos tumbamos en la cama. Yo en la pared, Dani en el medio, y Sandra al otro lado:
-Hasta las 4. Jajaja.
-Buenas noches enanas- dijo Dani-.
-Buenas noches gorditos.
Cerré los ojos. Los abrí. 5minutos habían pasado. Los volví a cerrar. 10. Repetí la acción. Otros 5 minutos. Nada, que no me dormía. Salí de la cama, Dani y Sandra ya roncaban. Abrí la puerta, todo estaba oscuro y no se oía nada más que los ronquidos. Cerré la puerta despacio. Bajé al 1piso, fui al salón y me asomé a la ventana ¿Pablo? Sí, era el ¿Qué hacía a esas horas levantado? Bueno, también podría preguntarse que lo hacía yo. Estaba en el jardín, iba a coger la moto. ¿Por qué no salir a saludarle? Ah, porque iba en pijama. Bueno, eran unos pantalones de chándal cortos y una básica azul eléctrico. No iba tan mal. Cogí la llave y lentamente cerré la puerta. Con las chanclas sonando por el caminito, corrí hacia el:
-Pablo –dije bajito-.
Se giró y me vio. Ya estaba subido en la moto y con el casco puesto. Se lo quitó y se bajó de ella:
-Mi niña. ¿Qué haces despierta?
-Que no me puedo dormir –Le di un beso- ¿Y tú?
-Lo mismo.
-¿Y donde ibas con la moto?
-Pues a dar una vuelta. ¿Te vienes? A las 7 estamos aquí.
-Vale, dame un casco grandullón.
-Enana.
-Petardo.
Se giró. Me miró, le sonreí y me sonrió:
-Tonta. Te quiero.
-Y yo.
Me dio el casco y nos subimos a la moto. La puso en marcha y me abracé a él. Nos adentramos un poco más en el pueblo. Había mucha gente de nuestra edad dando vueltas, todas esas personas iban borrachas. Que adolescencia madre mía… Llegamos a un parque pequeño. Cuatro juegos para niños y muchos bancos llenos de gente. Bajamos y me cogió de la mano. Caminamos hacía uno con 3 chicos y 1 chica:
-¡Cariño! –Gritó ella-.
-Hola, Sofía.
-Oh, ¿Y ese saludo? Yo quiero dos besos y un abrazo.
-¿Por qué los quieres ahora? Nunca te los doy.
-Dios. Ni que te hubiera bajado la regla.
-Bueno chicos, ella es Sabrina, mi novia.
En ese instante le miré. ¿Había oído bien? ¿Me ha llamado ‘’Su novia? OH DIOS MIO. Estoy saliendo con Pablo:
-Hola Sabrina… -Dijo Sofía con una cara de asco-.
-Hola ¿Sofía?- Me acerqué a darle dos besos, se apartó-.
-Sí. Guardemos las distancias.
-Hola Sabrina, yo soy Victor, y ellos dos, Axel y Leo.
-Hola chicos –dos besos a cada uno-.
-¿Y eso que has venido Pablo? –Dijo Leo-.
-Nada, que no podía dormir. Sabía que estabais aquí.
-¿Tan predecibles somos?
-Sí jajaja.
Se sentó y me señaló que me sentara, así hice. Me abrazó por la cintura y le di un beso. Era su novia… Esto era un momento para recordar:
-¿Y eso que tienes novia? No nos la habías presentado CARIÑO –Dijo Sofía -.
-Pues, no había surgido Sofía.
-Am…
En ese momento Sofía puso una canción en el móvil. ‘’Volver a sentir’’ de Critika y Saik:
-Que triste Sofía, quita eso – Protesto Axel-.
-Esta bien…
Miró a Pablo con ojos de pena y me miró con cara de asco. ¿Qué estaba pasando? Paró la canción.
Pasadas las horas miré el reloj, las 6’30. Mejor irse ya. Se lo dije a Pablo y nos despedimos de los 4. Como no, Sofía se le agarró al cuello y le susurró algo que no llegué a entender. Nos montamos en la moto y volvimos a casa. Un beso de despedida y entré en casa. Mierda. No le había preguntado lo del susurro. Da igual, ya le preguntaría. Subí a mi habitación en silencio y me tumbé en la cama. Cerré los ojos y me dormí.


~Capitulo 25-.


~Capitulo 25-.
Caminamos por el sendero, ¿Estaría allí? Aceleré el paso. No podía esperar a verle. ¿Cómo estará? ¿Me habrá echado de menos? Que ganas de abrazarle. Empecé a correr:
-¡Sabrina, espera!-Gritó Sandra-.
-¡Tengo ganas de verle, acelera!
Esquivé ramas y piedras a una gran velocidad. Empecé a oír a la gente reírse, gritar, botellas romperse, ya olía a Marihuana. Llegué, Sandra iba por detrás ahogándose, paró. Miré a mi alrededor, no lo veía ¿No estaba? ¿Qué le habría pasado? Volví a mirar con más entusiasmo. Nada. Joder, ¿Por qué no ha venido? Entonces apareció detrás de un par de arboles riéndose. Le miré. Me miró. Empecé a correr hacía el, el corrió hacia mi. Le salté encima y ambos caímos al suelo:
-¡DANI!
-¡TABBY!
Las lágrimas recorrían mis mejillas. Le abracé lo más fuerte que supe. Reíamos a la vez, cada vez le notaba más cerca. Cuanto lo había echado de menos. Al rato nos levantamos del suelo. Nos limpiamos la ropa y le cogí la mano:
-Ahora venimos cielos – grité-.
Le ayudé a que me siguiera hasta la casa azul, una casita en medio del campo abandonada desde hacía años, a pocos minutos de el mini prado. Caminamos por el camino de piedras hasta llegar a ella. Me senté en una especie de acera y el hizo lo mismo:
-Guapo.
-Tú mi niña. ¿Cómo estás perdida? – sonrió-.
-Estupendamente, ya tenía ganas de verte ¿sabes? Tengo que contarte jijiji.
-Cuenta cuenta.
-Pues mira, como ya sabes hace unas semanas me mudé, y allí conocí a Pablo, un chico, bueno, increíble. Y estamos casi juntos, y me puso los cuernos con una, bueno, no son cuernos, en la discoteca ella le besó pero él se apartó aunque yo me pensara otra cosa. Y he conocido a 7chicas INCREIBLES con mayúscula jajaja. Y eso. Que te he echado de menos Mejor amigo… -coloqué mi cabeza sobre su hombro-.
-Oh, que tonta, ya sabes que yo sí que te he echado de menos –Me empezó a acariciar el pelo-, ¿sabes qué?
-Dime cariño.
-Me he activado de nuevo el Tuenti. Ahora que te has ido, de alguna manera tendremos que hablar ¿no crees?
-Ya era hora, ahora solo te falta el teléfono.
-También lo tengo jajaja.
-Pues mira, apúntamelo en el mío.
Le entregué mi móvil y lo guardó en contactos:
-Bueno, ¿Y qué novedades tienes tú?
-Pues ya no estoy con Lola, éramos demasiado diferentes, yo quería estar un poco más a la mía y ella estar siempre juntos. Todos los días discutíamos y así no se puede seguir… y bueno, que no tenía nadie que me aconsejará y la dejé.
-Oh, pues ya estoy aquí y si, es lo mejor que has podido hacer, de todas formas, no me gusta compartirte con  nadie, ya lo sabes, ahora eres entero mío jajaja –Le besé la mejilla-.
-Eso desde pequeñitos ¿eh, tonta? Que te recuerdo que juramos estar siempre juntos, y dan igual las chicas que vengan, soy tuyo mejor amiga, y tú mia.
-Eso desde luego. Esta semana se la pasa en casa Sandra, si quieres venirte, en algún sitio podrás dormir.
-¿Segura?
-Claro, si quieres vamos ahora a por tus cosas, las dejamos en mi casa y volvemos aquí ¿Vale?
-Vale, pero esto ha sido idea tuya. ¿Eh?
-Que si tonto, que me dejarán, venga, vamos.
Me levanté y volvimos donde todos los demás, avisé a Sandra que en media hora volvíamos, que no se movieran de allí. Salimos del mini prado en dirección a su casa. Por el camino acabamos en el suelo varias veces, cuanto lo había echado de menos. Llegamos. El barrio más pijo de aquel pueblecito. Llamamos al timbre y subimos a su casa, aún eran las 12 y estaban sus padres despiertos. Saludé a sus padres mientras el hacía la bolsa. Me ofrecieron comida, les negué con una sonrisa, no había hambre. Fui hasta la habitación de Dani por si necesitaba ayuda. Acabamos la bolsa y salimos de su casa. No estaba lejos de la mía asique en poco volveríamos con todos. Mientras íbamos por la calle le abracé, y le empecé a haces cosquillas. Empecé a correr para huir de el y al final me alcanzó, me las devolvió. En pocos minutos llegamos a mi casa, entramos dejamos la mochila y nos marchamos. Volví a correr para huir de el, quería hacerme más cosquillas. Atravesé el camino de tierra y me cogió por la muñeca, me giré, me encontré con su sonrisa y con sus ojos mirándome:
-¿Ahora que enanita?¿Quieres más cosquillas? Jajaja.
-No, malo, ya me has hecho muchas jajaja.
Le besé la mejilla:
-Vale, eso me sirve como perdón jajaja.
-Oh, que guay, buena táctica jajaja.
Nos sentamos en un tronco cortado junto con los demás, el debajo y yo en sus rodillas. Todos iban demasiado fumados y borrachos para pensar cualquier otra cosa. 

Sonrisas:$

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