Momentos para recordar.

Momentos para recordar.
Podemos volar.

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lunes, 30 de julio de 2012

~Capitulo 23-.


~Capitulo 23-.
Todo seguía igual. No había nada de diferente, la vida seguía en aquel lugar. Agarré el móvil y marqué el número de Sandra:
-Cariño.
-Preciosa, ¿Ya estás aquí?
-Sí, estoy en mi casa, acabo de bajar del coche. ¿Dónde estáis?
-En el parque del cuadrado. Estamos todas. ¿Vamos a por ti o vienes?
-Voy, en un poco llego. ¿Quiénes estáis exactamente?
-Sonia, Noelia, Silvana y Pili.
-Vale, en un poco llego má. Te quiero.
-Vale, aquí estamos, te tenemos que contar muchas cosas ¿eh? JAJAJA. Te quiero.
-Unas pocas si jajaja.
Colgué, me despedí de mi padre y de Sara y me fui dirección el Cuadrado. Caminaba por la calles y gente mayor se paraba a preguntarme que tal estaba, que ya hacía tiempo que no me veían. Me gustaba que se preocuparan, pero dolía que me lo recordaran cada dos minutos. Intenté pasar del tema con una sonrisa en la cara y continué caminando hasta que llegué. Me abalancé sobre Sandra, y luego les di un fuerte abrazo a todas: Noelia, Sonia, Silvana y Pili. Que ganas tenía de volver a verlas, eran las mejores amigas que he tenido nunca, siempre han estado conmigo, y ahora, no estoy con ellas:
-Tía, ¿Te has enterado de lo de Valen? –Dijo Noelia-.
-Sí, es un imbécil.
-¿Imbécil? ¡Que está ingresado capulla!
-¡QUE DICES! ¿Qué ha pasado?
-Pues que se ve que iba camino de su casa, y un coche se lo comió, casi literalmente.
-Venga, ¿Cómo está?
-Bueno, sigue vivo si es a lo que te refieres jajaja.
-Ya iré a verle, pero joder, me da asco después de lo que me ha hecho ¿sabes?
-Está claro pero… no sé, es tú ex, algo hay ¿no? – Dijo Sonia -.
-Odio, poco más.
-Tía, estuvo contigo cuando pasó lo que pasó, no seas así. Ir a verle un rato nada más. –Replicó Pili-.
-Está bien… a las 7 voy y subiré al convento, hace mucho que no voy…
-¿Al convento? –Dijo Silvana-.
-Sí, allí está enterrada mi abuela, me gusta ir a verla de vez en cuando- Mentí-.
Dejamos a un lado todo el tema de Valen y nos centramos en los cotilleos, cuanta suelta hay por ahí. Miré el reloj y ya eran las 7:
-Cielos ¿Esta noche salís? Sandra, luego ven a mi casa a por mí y tráete las cosas para esta semana.
-Vale, esta noche botellón, ¿Vas a beber?
-Soy sana… ¿Recuerdas? Jajaja, yo os controlo que no os quedéis por los campos ni os pase nada, que sois como sois… jajaja.
-Vale, luego me acompañas a mi casa, que si no, cantará mucho- Dijo Noelia-.
-Tranquila, va, voy a ver a Valen, luego nos vemos.
Les di dos besos a todas y me fui al hospital, hacía tiempo que no recorría aquel camino y me tría muy malos recuerdos. Como siempre, odio este pueblo por esa razón.
Llegué y nada más ver las puertas, me di cuenta, no estaba igual el hospital, entré y ese olor a medicamentos y a productos de limpieza me ponía enferma. Odiaba los hospitales desde pequeña.
Me dirigí hacia recepción. Una chica más bien gordita y bajita, me atendió, un poco borde, la verdad. Me indicó el ala del hospital y la habitación. La 203. Caminé decidida hasta ella, pasando y encontrándome gente, toda ella me miraba raro. Cuando llegué, allí estaba, todo tumbado en la cama y lleno de vendas por todas partes. Me daba mucha pena verle así. Me acerqué, estaba dormido. No había nadie en la sala, supongo que estarían en la cafetería. Me senté en el sillón que había y la señora de al lado me sonrió. Que maja. Me pregunto cómo estaba y me empezó a contar la historia de su familia. No me desagradaba que lo hiciera. Me enteré que su padre fue Militar, que se mudó a este lugar para buscar la tranquilidad y dejarse de guerras, que para eso, ya la daba ella en casa cuando era pequeña. Al rato de estar allí, se despertó Valen, me levanté y le miré:
-Hola… - le dediqué una leve sonrisa y apoyé las manos en las barandillas que a veces ponen en las camas-.
Me miró y se extraño:
- Hola.. ¿Qué haces aquí? Pensaba que me odiabas…
-Te odio, no lo olvides. Pero tú estuviste conmigo cuando lo pasé mal, ahora me toca a mí.
 -Gracias Sabrina. ¿Cómo te has enterado de que estoy aquí? ¿Y porqué has venido?
-Las chicas me lo ha contado. Pues hace tiempo que no veo a la gente de aquí, se echa de menos ¿sabes?
-Ya, me lo imagino. ¿Cómo te va todo? Mejor que a mi seguro jajaja.
-Bueno, lo de mi madre está más o menos superado, este hospital me sigue trayendo malos recuerdos, pero está todo bien por casa y eso.
-Me alegro de que estés bien. Por cierto, ya no estoy con Elena.
-… ¿Y eso?
-Pues que solo me quería para fastidiarte a ti, no sentía nada por mi.
-Te lo tienes merecido ¿Sabes..?
-Bueno… de los errores se aprende ¿no crees? Jajaja.
-Sí, jajaja.
Me esperé hasta que llegara su madre, sobre las 9. Me despedí de ella, ya la conocía y era un cielo de persona, y de Valen. Salí de aquel hospital y llegué a casa. Entré y aún había algunos muebles, ya estaba Sara y mi padre sacando los bocadillos, nos sentamos en el suelo, y nos los comimos. Les comenté que llegaría sobre las 2 de la mañana, si se podía esperar. Sara decidió que se vendría conmigo y con Sandra a casa, ya que sus amigas a las 12’30 se iban. Cuando terminamos de recoger y guardarlo todo, llamo Sandra al timbre. 

miércoles, 25 de julio de 2012

~Capitulo 22-.


~Capitulo 22-.
Abrí los ojos, solo se veía una fina línea. Toda la habitación clara y mi móvil encendido. Espera, ¿Mi móvil encendido? Lo miré. Una llamada perdida, Pablo. Sonreí, me acordé de la noche anterior, mil besos, mil caricias… solo el y yo. Miré la hora. Las 10 de la mañana. Bajé las piernas de la cama hasta tocar el tibio suelo, hacía calor y la verdad, venía bien. Abrí mi mochila del colegio y saqué un rotulador permanente, junto a un folio. Me senté con las piernas cruzadas en el  suelo, y el folio sobre mi pierna. ‘’Pablo & Sabrina ‘’ Perfecto. Saqué los rotuladores, el verde claro, mi favorito. Repasé los bordes y hice algún detalle. Perfecto. Me levanté y caminé hacía el fondo de la habitación, hacía aquella pared de madera. Con el celo que llevaba en la mano, coloqué el folio en el centro y con el celo, lo pegué. Perfecto. Una sonrisa me atravesó la cara y sonó el móvil ‘’Don’t wake me up up up up…’’ corrí hacia el y lo leí ‘’Pablo Cosita’’, cosquillitas en el estomago, y apreté el botón verde:
-Buenos días princesa.
-Buenos días pequeño.
-¿Cómo has dormido?
-Genial ¿Y tú?
-Estupendamente, aún sigo cabreado con mis padres jajaja.
-Jajaja, otra vez será cariño.
-Eso seguro princesa. ¿Cuándo te vas a tú pueblo?
-Pues… como aquí y me voy.
-Vale, luego me presentas a Sandra, que quiero que me cuente de ti. Jajaja.
-Uis, le diré que no te diga nada jajaja.
-Que mala eres.
-Ya, pero me quieres así.
-No lo dudes.
-Oie me voy a desayunar, un beso precioso.
-Otro princesa.
Colgué. Que sonrisita tenía en la cara. Me gustaba.
Volví a mirar hacía aquella pared una última vez, resaltaba y quedaba bastante bien. Salí de mi habitación y bajé a la cocina. Tendría que desayunar. Me hice un vaso de leche y me fui al comedor. Dejé el vaso en la mesita del café y encendí el portátil. Tuenti. Ninguna novedad, no, espera, un mensaje nuevo. Lo abrí, era Òscar:
‘’Cositá:
Esta noche vamos a quedar todos en casa de Laura, veremos una película y nos quedaremos a dormir Thais, yo, Laura, Isa, Andrea, Yerai, Alex y Alejandro, ¿Vienes? Si eso tráete a Pablo,
Un besito’’
Mm.. Venía Sandra… si mejor vamos y nos quedamos allí:
‘’Cositaa:
Vale, me llevo a Pablo y a una amiga que se queda esta semana ¿Os importa? Luego te llamo y hablamos.
Un beso’’
Cerré sesión y dejé el portátil en la mesita. Cogí la taza de leche, encendí la tv y me acomodé en el sofá. Estaba buenísima la leche, mientras tanto estaba viendo ‘’Los serrano’’. Aún recuerdo verla con mis padres y mi hermana por las noches, ella se quedaba dormida y la despertaba haciéndole cosquillas, luego me reñían pero, valía la pena.
Acabé de beberme la leche y dejé el tazón el agua en la cocina. Me desperecé y subí arriba de nuevo. Las 11 de la mañana. Me puse el bikini, cogí una toalla, la crema solar y bajé a la piscina. Salí al jardín, estiré la toalla y me puse la crema. Me recogí el pelo y me tumbé a tomar el sol.
-¡SABRINA!
Me sobresalte, abrí los ojos y me senté en la toalla ¿Qué hora era?:
-¡DIME SARA!
Entonces apareció con el bikini y una toalla, extendió su toalla al lado mío y se tumbó con las gafas de sol:
-Nada, que no sabía si estabas aquí.
-Ah, vale jajaja. ¿Qué hora es?
-Pues las 1.
-¿¡YA?!
-Sí, en un poco comemos y nos vamos a casa.
-Vale, oie, ¿Vas con las amigas con la pierna así?
-Sí, ¿Por? Con las muletas puedo caminar.
-No, por saberlo, nada más. ¿Te bañas conmigo antes de ir a comer?
-No puedo teta…
-Es verdad, pues un segundo y vengo.
-Vale.
Corrí hacía la piscina y me lancé de cabeza, estaba templada, con las burbujitas subiendo por el agua acariciando mi piel caliente por el sol. Se estaba estupendamente allí, jamás saldría pero tenía que arreglarme.  A los pocos minutos salí, cogí la toalla, me sequé y ayudé a Sara a levantarse. Ya le comentaría lo de la carta en otro momento. Entramos en casa y fui directamente a la ducha mientras se acababa de hacer la comida. Me duché y me cambié. Unos shorts blancos, junto con una camiseta blanca con un lobo azul delante. Bajé a comer:
-Bueno, recogemos esto y nos vamos. A las 9 os recogeré a las 2.
-Papa, ¿Puede ser a las 8? – pregunté-
-Mm… claro, ¿Has quedado?
-Sí, ¿Sara te importa que sea una hora antes?
-No, mejor, no me cansaré tanto –y sonrió-.
-Vale, a las 8 en casa ¿Vale?
-Sí.
Acabamos de comer y recogimos la casa. Subí a peinarme, un poco de espuma y perfecta. Cogí el bolso con la cartera, el móvil y demás cosas. Salimos de casa y entramos al coche. Después de 3 horas, hablando y comentándolo todo. Llegamos. Nuestra casa.
                                                                                              

viernes, 20 de julio de 2012

~Capitulo 21-.


~Capitulo 21-.
-¡Mááááááááááá!
-¡Máááááááááááááá!
-¿¡Qué tal cariño?!:$$
-Bueno, te tengo que contar jajaja, ¿y tú?*-*
-Genial, ¡Cuenta cuenta! :$
-Haber… ¿te acuerdas de lo que te dije de Pablo, de que era perfecto y tal?
-Sí.
-Pues hoy he conocido la perfección en persona. Es puff… mare mia, no se describírtelo, pero madre mía… moreno, ojos oscuros, cuerpazo, buena persona, no sé, como los chicos con los que pensábamos casarnos cuando éramos pequeñas.
-¿¡ENSERIO?! Quiero foto foto foto :$
-Vale, ya le diré que me dedique una, pero madre mía…
-Puff, yo le he puesto los cuernos a Guillermo jajaja, estoy ‘’casi’’ con Alberto.
-¿Con Alberto? Que dices.
-Que si tía, que el Guillermo es un celoso sin motivos, pues mira, toma motivos.
-Bua, eres mala. Oie, ¿Te vienes y pasas esta semana aquí?
-Vale, ¿bajas mañana?
-Sí, me paso el día y saludo a todas, que ya hace tiempo… :S
-Vale, me voy a cenar cariño. TEAMO(L)
-TEAMO(L)
Se fue y cerré sesión, no me apetecía nada, escogí un libro de la estantería de mi padre. Dickens, Oliver Twist. Me puse a leerlo, como si lo devorara, me gustaba aquel libro, quizás porque me lo leía mi nonna cada vez que íbamos a Roma. Este verano quería verla también. Continué leyendo y se abrió la puerta. Papa y Sara. Marqué la pagina y me levanté a darles un beso. Ayudé a Sara a ir a la cocina, aún no caminaba bien con las muletas. Nos sentamos a la mesa y cenamos:
-Papa, ¿Puede quedarse esta semana Sandra en casa?
-Mmm ¿Toda la semana? No sé, ¿Dónde quieres que duerma?
-Pues en mi cama conmigo, es doble papa.
-Bueno… esta bien.
-Bajamos mañana y me quedo la tarde allí, más tarde vendremos.
-Vale.
‘’...Don’t wake me up up up up up…’’ Me sonaba el movil. Me levanté y lo miré. Pablo. Una sonrisa me atravesó la cara. Cosquillas en la tripa, y su dulce voz en mi oído:
-Pequeña.
-Pequeño.
-¿Quieres venirte esta noche a mi casa? A ver una película o algo.
-Claro, voy en 10minutos.
-Vale. Te quiero.
-Te quiero.
Colgué. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH. Voy a casa a Pablo esta noche, uf. Subí a mi habitación. Vestidos vestidos ¿DÓNDE ESTAN LOS VESTIDOS? Aquí, cogí uno azul cielo, de mis favoritos. Unas sandalias plateadas y una diadema negra pequeña. Fui al baño, me peiné con la diadema, me maquillé, me miré, me miré y me volví a mirar. Perfecta. Bajé la escalera y me despedí de mi Padre y Sara. Salí de casa y respire. Inspiré, espiré… Vale, ya está. Caminé sobre el caminito de baldosas hasta su casa. Llamé al timbre y su voz de nuevo. Escalofríos. Y se abrió la reja. Pasé a aquel jardín y en la puerta estaba el. Extendió su mano, la agarré y me invitó a entrar en casa. Era bonita, modernista:
-Wow, es bonita.
-La verdad es que sí, pero lo mejor de esta casa, eres tú.
Se acercó a mi, me colocó las manos en la cintura, me miró al ojos, sonreímos a la vez, le besé. No aguantaba más, le cogí de la mano, y con una sonrisa juguetona en la cara, caminé escaleras arriba, a su habitación. Me giré y me volvió a coger, más besos, más caricias. Caímos a la cama, colocó sus manos debajo del vestido, estaba nerviosa, era… mi primera vez. Cuando estábamos en ropa interior, se abrió la puerta de casa:
-¿PABLO? Ya estamos en casa- gritó su madre-.
-Mierda.
Se levanto, me levanté corriendo y me vestí, el hizo lo mismo:
-¿Voy bien?-Dije nerviosa-.
-Sí, joder, que justos que son.
-¿Vamos a ver la película cariño? Jajaja.
-Eres idiota –me sonrió-, vamos pequeña.
Bajamos la escalera y nos tumbamos en el sofá. Que vergüenza. Colocó su brazo sobre mis hombros y le miré, me gustaba el.
Cuando terminó la película, decidí irme, era la 1 de la madrugada, y mi padre se enfadaría si llegaba tarde. Nos despedimos, y volví a casa. Que noche tan maravillosa. 

miércoles, 18 de julio de 2012

~Capitulo 20-.


~Capitulo 20-.
Pablo… Pablo… ¿Por qué no me lo quitaba de la cabeza? No se… quizás no debía perdonarle, él y Penélope tenían una historia, yo lo jodí todo. Mejor que me apartara del medio. Llegué a casa y saqué las llaves, jugué con ellas entre los dedos y me giré. No estaba. Quería verle, abrazarle… no sé. Abrí la puerta y subí a mi habitación, seleccioné música, quería estar tranquila a mi aire. Me desnudé y escogí la ropa de después. Un pantalón de chándal rosa corto y una camiseta de tirantes negra. Me venía grande, estos meses había adelgazado horrores. Caminé hasta el cuarto de baño, abrí los grifos, que se fuera calentando. Me miré al espejo. Alex… ¿Por qué me venía él a la cabeza ahora? No lo entiendo, si es Pablo, Pablo y nadie más. ¿Le perdono? ¿Qué hago? Decidí coger el móvil y llamar a Sandra. Nada, no me lo cogía. Me metí en la ducha y intenté no pensar demasiado en el tema. Cuando terminé, fui a mi habitación, me cambié y me dispuse a limpiar toda la casa. Cuanto trabajo.
Pasadas las horas, ya había terminado con el piso de arriba. Solo me quedaba la habitación de Sara. Entré. Limpié. Y cuando ya había acabado con todo, vi un cajón con una pequeña pegatina, como las que nos daba mamá cuando nos portábamos bien de pequeñas. Decidí abrirlo, allí estaba, una pequeña cajita de plata, esa que le regaló, semanas antes del… suceso. La abrí, había unos pocos anillos y pulseras, junto a una pequeña carta. Olía bien, a perfume, el de mamá. La carta estaba abierta, con cuidado la saqué, tenía curiosidad:
‘’Sara:
Desde que te vi aquel día en el repaso, supe que eras para mi, y aún lo eres. Me gusta sentarme a tú lado en clase, o estar contigo mientras esperamos. Me gustas tú. Y me preguntaba sí…querrías salir conmigo…
Kevin (L)’’
¡WOW! Mi hermana pequeña con novio, y no me lo había dicho… ¿Tanto nos hemos distanciado en este tiempo?... Recuerdo cuando no podíamos pasar un minuto la una con la otra. Cuando nos lo contábamos todo, fuera lo que fuera. Sí, añoro todo aquello, cuando todos éramos felices… Volví a saborear aquel olor tan peculiar, me gustaba, era como cuando no podía llorar, mi madre me abrazaba y instantáneamente, las lágrimas salían solas. Guarde todo como estaba al principio, cerré la puerta y subí a mi habitación. Abrí una caja de piel verde de debajo de mi cama, y saque aquel álbum de fotos de el verano pasado. Italia con los abuelos. Aquello me recordó que tenía que llamar a mi nonna* Cecilia, mañana era su cumpleaños. Mientras recordaba a mi nonna*, y a mi nonno*, me asomé por la ventana. Allí estaba el, aparcando su moto. No pude más, dejé el álbum encima de la cama y corrí escaleras abajo. Sí, con aquel peculiar look. Abrí la puerta rápidamente, la dejé abierta, aún no había entrado en casa. Me vió correr hacia el, sonrió y abrió los brazos. Me lancé a ellos. Lo abracé con fuerza, tanta que pensé que me caería allí desvalida. Lo quería. Pasados unos minutos, aparte mi cara de su pecho y le miré a los ojos, seguía sonriendo, me gustaba su sonrisa, era cálida y transmitía paz. Le besé, necesitaba aquel beso:
-Me gustan tus labios – le sonreí -.
-A mi me gustas tú pequeña.
-No soy pequeña ¿eh?
-Sí, mi pequeña.
-Vale, tú pequeña, pero tú eres mi niño.
-Me gusta.
Le miré a los ojos, y cambió la cara, ya no sonreía, ¿Por qué?:
-Lo siento, aquella noche, me pasé, tenía que haberla apartado. Es más, iba a ir a tú casa, para suplicarte una vez más.
-Me he adelantado a ti. No he parado de pensarlo, me gustas, mucho, pero está Penélope, ¿Sabes? Y no sé, por el momento, me da igual, quiero pasar todo lo que pueda a tú lado.
-Bonita.
Me callé, solo quería sentirle abrazándome, el y yo, y adiós al mundo.
Ya era de noche, no había terminado de limpiar, no pasaba nada, ordenaría un poco la parte de bajo, y haría la cena. Entré en casa y lo hice. Sí, parecía que había limpiado. Fui a la cocina y preparé una ensalada completa, cena ligera. Cuando tenía todo preparado, la mesa lista, y la casa limpia, me tumbé en el sofá con el portátil entre las piernas y me metí al Tuenti. Novedades, fotos de hoy, de la otra noche, eventos, comentarios en fotos, y una petición. Alex. Miré sus fotos, era especial, diferente pese a ser como muchos físicamente. Acepté. En ese momento alguien me hablaba por chat.

                                                                       

martes, 10 de julio de 2012

~Capitulo 19-.


~capitulo 19-.
Cuando abrí la puerta, un fuerte olor a perfume invadió mis sentidos, le miré de abajo arriba, y me pare en su cara, era de niño, lo admito, era irresistible, tenía los ojos marrones oscuros, podrías perderte en ellos y no volver a salir. Una boca, como explicarlo, besable, irresistible, no sé. No podrías describir con certeza a aquel chaval, solo puedo decir que era impresionante. Fuertes brazos, abdominales muy marcados, largas piernas, era el doble que yo, y eso que yo no soy muy bajita que digamos. Parecía un chulo, pero valla chulo. Se me erizó el vello de los brazos, estaba parada delante de… ¿Cómo se llamaba? Madre mía, ¿Qué me pasaba? No podía soltar palabra, no podía dejar de mirar sus increíbles ojos, me sonrió, que calor empezaba a hacer allí… noté que alguien hablaba ¿Era a mi?:
-¿Hola…?
-Ho-hola, lo siento, me he puesto a pensar y ya sabes…. Jajaja.
-Jajaja, no pasa nada preciosa. Soy Alex, el primo de Òscar – Se dobló casi entero y me dio dos besos – encantado.
-Joder, le debo una muy grande a Òscar – susurré – Soy Sabrina, encantada, anda pasa jajaja.
Me volvió a sonreír, entró y cerré la puerta. Soy Imbécil. Me giré y lo ví caminar, vacilaba un poco, tenía las piernas fuertes, espalda de nadador y ¡QUE CULO! Ese chaval, definitivamente, no era normal. Me estaba poniendo muy nerviosa. Pablo, Sabrina, Pablo…
Volví en mí y le seguí hasta el jardín donde estaban todos. Dejó sus cosas y todas fueros a saludarle, miles de besos, miles de ‘’¡Alex!’’, que guarras. ¡SABRINA¡ ¿Qué narices estás diciendo? Soy un caso. Llegué al jardín y abrí una cerveza, mahou, y empecé a bebérmela. Me senté en la sobra, donde las chicas en una hamaca color blanca con las patas de caoba. Le estaba mirando de reojo, Se quitó la camiseta y se zambulló en el agua, cuando emergió zarandeo la cabeza a los lados varias veces y se llevó las manos a la cara, para quitarse cualquier resto de agua. Apoyó las manos en el borde, y empezó a subir otra vez. Tenía la piel cobriza, y con las gotas y el sol detrás estaba de infarto, palabra de mujer. Caminó hacia mi y me volvió a sonreir. ¡PARA YA SI NO QUIERES QUE ME DE UN INFARTO!:
-¿Me pasas una?
-Claro, ten – le lancé una Amstel – espero que te guste jajaja.
-Eso espero, ¿Qué tal? Òscar me ha hablado muy bien de ti.
-Uis – me sonrojé – no le hagas mucho caso, es un mentiroso jajaja.
-No lo creo, por el momento, no me ha mentido.
-¿A qué te refieres?
Le dio un trago, sonrió de nuevo y se alejó donde los chicos. ¿A qué se refería? En ese momento Thais soltó que tenía hambre, llamamos a todos para que se sentaran a la mesa. Mientras, yo, Sara, y Andrea, entramos a servir la comida. Maica entro a por hielo y lo sacó. Al rato ya estaba la mesa servida, todo terminado y todos riéndonos con un helado en la mano. Mientras lo lamía, se partió por la mitad y se me calló en la tripa:
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH!-grité- ¡Qué frío!
Todos se reían y yo con una servilleta lo cogí y me lo metí en la boca, no iba a desperdiciarlo. Corrí hacia las piscina y caí en plan plancha, que dolor de estomaga. Emergí y todos reían. Eran fantásticos. Cuando salí, le pregunté a Thais si me dejaba poner música. Enchufé el móvil a los altavoces, y empecé a buscar canciones. Al final me decidí por ‘’La reina de la discoteca’’ de Kevin Florez y Street brother. Lo puse al máximo y Salí gritando y bailando al jardín. Las chicas se levantaron y en piña empezamos a bailar. Los chicos, al final, cedieron y también bailaron, bueno, si se le puede llamar a sí. Cogí a Laura en brazos y la lancé a la piscina, cuando alguien me empujo por detrás y también caí al agua. Era Yerai, Salí corriendo y me tiré encima suya, le sonreí maliciosa y empezamos a dar vueltas por el césped. En ese momento, Luis, Jose, Alejandro y Òscar se unieron. El montoncito encima mía. Llegaron las chicas corriendo, riéndose que se ahogaban por mis gritos de socorro, pero no consiguieron sacarme. Llego Alex, me tendió una mano y me sacó de aquel montón, aún no se como lo hizo. Solo se que cada vez que me tocaba me recorrían escalofríos por todos los lugares, le miré a los ojos como pude, e intenté articular palabra:
-Gracias por sacarme de aquí cielo, me estaban aplastando jajaja.
-Si si si, un poco más y no vuelvo a verte jajaja.
-Oie, una duda que tengo desde ya hace un rato… ¿Cómo es que no querías salir con tus amigos?
-Pues porque he roto con mi novia, me puso los cuernos, no se lo voy a perdonar, y no me apetecía que mis amigos me lo repitieran.
-Te entiendo hace unas noches me pasó lo mismo… pero los amigos son los amigos.
-¿Tienes novio? Qué suerte tienen algunos.
-Algo así, nunca me ha pedido, pero más o menos, sí.
-¿Qué pasó?
-Pues la otra noche, cuando estábamos de fiesta, me viene a traer a Thais con tú primo, y cuando volví a la discoteca, se estaba liando con otra…
-Dios, a mi ex se la tiraron, un buen amigo, yo el dije que lo hiciera, no me fiaba de ella y ya me habían advertido lo suelta que era, no me lo creí hasta que me lo contó el.
-Joder, cuanta guarra suelta. Teniendo a alguien como tú, y te los pone. Dios, no merece la pena.
-Ya ves… lo peor es que estaba enamorado de ella… y tampoco valgo tanto, flipá jajaja.
-Ts, que no so una flipada  - le golpeé suave en el brazo – jajaj, ¿Bailas?
-Venga.
-¿Qué canción quieres que bailemos?
-‘’Love is a gamble’’ de Victor Magan.
-Venga.
Entré en la casa y la puse, salí  y me cogió la mano, no se como, pero terminamos en la piscina, mojados, de nuevo. Empezamos a bailar en el agua, como se podía, entre risas, al final todos se apuntaron y se montó una buena… Cuando miré la hora, eran las 5 ya. Me tenía que ir a limpiar a casa. Me despedí de todos y cuando estaba saliendo por la puerta con mis cosas y el vestido, alguien me cogió la muñeca:
-¿Te vas ya?
-Sí, tengo que ir a limpiar mi casa, lo he prometido… pff..
-Quédate un poco más.
-No puedo, de verdad, si quieres esta noche, quedamos o algo.
-Vale. ¿Tienes tuenti?
-Claro, Sabrina Botilecci.
-¿Eres Italiana?
-Por parte de padre, el no tiene el mismo apellido, se lo cambió y se hace llamar Fernandez.
-Me gusta tú apellido, más que el de tú padre jajaja. Porcierto, soy Alex Martinez.
-Genial, nada más llegar a casa, me conecto y te acepto.
-Vale – me dio dos besos – hasta luego preciosa.
Le sonreí y cerré la puerta. Mientras caminaba hacia mi casa, no dejaba de pensar en el, ni en Pablo. 


lunes, 9 de julio de 2012

~Capitulo 18-.


~Capitulo 18-.
-¿Parar?¿De qué?¿De quererte? No.
-No, de repetírmelo, sigo jodida ¿vale? Me duele esto más de lo que te crees, por poca importancia que tú le des.
-Losé, pero ya no sé cómo decirte que no he sido yo.
-Se que no has sido tú, pero sigo rayada, dos no hacen si uno no quiere…
-Lo siento… de verdad Sabrina, en poco días te has convertido en todo, ¿Sabes? Pero TODO, no como dice la palabra, su significado entero…
-Da igual, déjalo, no pienso perdonarte todavía, quiero tenerlo bien claro, y que tú también lo tengas claro.
-¿Lo harás? Quiero volver a ser tú Sabrina, a que seas mi Pablo.
-Pablo… eso no volverá a ser, por mucho que pasemos, no volverá a ser lo mismo, no me voy a volver a fiar de ti.
-Solo llevamos unos días, no me conoces tanto como para no fiarte.
-Ya te conozco lo suficiente, y me gustas tal cual eres, pero tan putón no te creía.
-…
-Es así. Lo siento, pero no puedo cambiarte.
-Te quiero.
-Pablo… déjame.
-No quiero dejarte, quiero estar contigo.
-Hasta luego.
-Un beso cariño.
Dejé el móvil encima de la mesa, ¿Por qué me pasaba todo esto a mi? ¿Por qué no puedo ser feliz? Ni que fuera tan difícil encontrar a esa persona que me quiera, tanto como yo, sin hacerme daño. Parece que busco lo imposible. Me acomodé en el sofá y me puse a observar la televisión, mientras seguía en mi mundo, mal mundo. Le cogí el mando a Òscar, empecé a hacer zapping, nada, no hacían nada, me harté de mirar y puse la radio, aparté la mesa y me puse a bailar como una tonta. Òscar me miraba y se reía, le tendí la mano para que bailara conmigo, al principio se negó, pero entre burlas, lo conseguí. Mientras bailábamos al ritmo de ‘’Call me maybe’’ de Carly rae jepsen, apareció Thais por la escalera, se paró a la mitad, y empezó a reírse de nosotros, la invité a bailar y cuando recuperó el aire empezamos a bailar, todo entre risas. Cuando decidimos terminar, sonaba ‘’Guaya’’ de Arcangel y Daddy yankee. Puse la televisión, Bigbang, y me fui a la cocina, decidí hacer macarrones para comer:
-Thais, ¿Puedo invitar a las chicas para que vengan y comemos todos juntos en el jardín? Está la piscina y hoy hace un día de 10. Aparte, así me dejas un bikini.
-¡Genial!, llama también a estos, y que se traigan los bañadores y algunas chuches, que me apetecen. Cuando quieras subes a mi habitación y en el armario, verás un estante lleno de bikinis, coge el que más te guste.
-Ok. Oie Òscar, ¿Tú con qué te vas a bañar? Si quieres les digo a alguno que te traiga un bañador.
-Que va, estos pantalones floreaos son un bañador. Pero gracias igual preciosa – me dio un beso en la mejilla y se alejó hacía el jardín- ahora vengo, que me llaman.
-Jajaja, vale cariño.
Cogí la Blackberry rosa de Thais y empecé a llamar a todos, uno por uno, cuando terminé el agua ya estaba hervida, y decidí meter los macarrones para que se fueran haciendo. En ese momento Thais llamó a Sebastián, osea, que venía… Mientras yo me acordaba de toda su familia, apareció Òscar con el teléfono en espera y una llamada en espera:
-Chicas ¿Se puede venir mi primo con nosotros? Se mudó hace meses y ha dejado a la novia, y no le apetece ver a sus amigos, bueno Thais, tú ya lo conoces.
-Sí, muy majo, y no veas cómo me rinde en la cama, pff – en ese momento soltó una risilla muy graciosa – tráelo por lo que más quieras.
-¿Qué os pasó?
-Pues que Òscar nos presentó en una fiesta que hizo en su casa, hubo chispa, o algo así desde el primer momento, total, cuando la fiesta estaba en su climax, me llevó a la habitación y lo demás ya te lo imaginas jajaja.
-¿Tan bueno está?
-¡DIOS! ese niño es un dios, está BUENISIMO, y es el doble de guapo que Pablo, más majo, más nosé, increíble. Tienes que verlo para creer que existe algo así.
-Que exagerada jajaja.
-Ala, que no tía, que es verdad, cuando venga lo verás TSS.
-Vale, Òscar, que venga, que una amiga lo quiere conocer jajaja.
-Venga, ara se lo digo, que seguro que le hace ilusión conocer a tal pivón – y me sacó la lengua-.
Se alejó con el móvil en la mano de nuevo. ¿Cómo sería? Tan perfecto no puede ser, Thais exagera fijo. Mientras me imaginaba como era, interrumpió mi sueño:
-Por cierto, que Sebastián no viene… prefiere quedarse en casa, que esto es una gilipollez dice.
-Pues déjalo, es imbécil, como ya te he dicho repetidas veces.
-No es imbécil, solo que no quiere venir y punto.
-Lo que tú digas cariño, me sigue pareciendo asqueroso.
Volví a mis pensamientos, no podía dejar de imaginarme a chicos de estos que salen en las revistas con ropa interior. Me acordé de los macarrones y toda imagen se disipó. Colé los macarrones y los coloqué en una fuente, al horno iban. Cerré el horno, lo puse a su temperatura, y en un rato los sacaría. Mientras llamaron las chicas, les abrí y les saludé a todas, Thais les dijo que pusieran la mesa, dejaron las cosas en el jardín y yo me subí a la habitación de thais, abrí el armario y en el estante que me dijo, ví setecientos de bikinis, de todos los colores y clases. Elegí uno de parte baja negra y la alta con flores. Me puse un vestido blanco corto que tenía y me recogí el pelo en una coleta alta. Volví a bajar y saqué los macarrones del horno y los dejé en la encimera para que se enfriaran. Salí al jardín a jugar con las chicas. Tras un rato de cotilleos, risas, confesiones, gritos y salpicaduras, llegaron los chicos. Cuando ya estaba en el jardín, Javi se levantó y Andrea rápidamente se subió a su espalda y lo tiró al agua con ella detrás, después de intentar cogerla y hundirla, salió con la camiseta mojada, se la tuvo que quitar y Maica y Andrea se quedaron mirando embobadas. Llamaron al timbre, fui a abrir, caminé por aquel pasillo descalza, ya no llevaba el vestido, estaba todo salpicado, como todas, solo llevaba el bikini. Abrí la puerta y allí estaba el.


domingo, 8 de julio de 2012

~Capitulo 17-.


~capitulo 17-.
Me desperté con un suave olor a café, de esos que disfrutas hasta que el sabor se va. Empecé a abrir poco a poco los ojos. Òscar se había dormido, yo seguía encima de él. Levanté la cabeza alarmada ¿Quién estaba haciendo el café? No veía a nadie, zarandeé a Òscar para que se despertara:
-¿Qué pasaa?
-Despierta, huele a café y los dos estábamos durmiendo.
-¿Qué dice? Estás paranoica.
-Que no joder. Bah, da igual, ya me ocupo yo.
-Pero no te enfade tonta.
Me levanté poco a poco pero con prisa, me froté los ojos y caminé hacia la cocina. No había nadie. Fui a donde los fuegos y los apagué. Que bien olía. Volví al salón y le grité a Òscar que me ayudara a buscar, se levantó de mala gana y empezó a buscar. Mientras tanto, yo subí al piso de arriba. Que pasillo tan bonito lleno de recuerdos, fotos, figuritas, cuadros, dibujos de Thais… etc. Me di cuenta de que había una foto con una niña pequeña junto a otro niño, no tan pequeño, justo debajo había un dibujo, dos muñecos cogidos de la mano y dos nombres ‘’Thais y Josué’’ escritos con letra de niño. Pasados un par de minutos, volví en mi y caminé hacia la habitación de Thais, no estaba, solo las sabanas por los suelos. Miré la hora, las 11 de la mañana. Oí ruidos de un grifo, y caminé hacia el baño, allí estaba ella, lavándose los dientes y mirándose al espejo:
-Thais, cariño – le dije con una sonrisa-  ¿Qué tal estás?
-Bueno, mucho mejor que ayer.
-Me alegro, se te ve mejor cara.
-¿¡Sí?! Menos mal, ya puedo llamar a Sebastián.
-¿Sebastián?
-Sí, chico de la otra noche.
-¿¡Vas a volver a salir con ese?!
-Claro.
-¿¡Eres idiota?! ¿Cómo vas a salir con ese? ¡Si es que has estado así por su culpa!
-Bah, todos tienen una primera vez, y tampoco ha sido para tanto exagerada.
-¡UFF! Me pones nerviosa. Por cierto ¿Has hecho café?
-Sí ¿por?
-Ah, vale, porque me he levantado con olor a café y no había nadie.
-Jajaja, que tonta, ahora los ladrones hacen café.
-Jajaja, vale,sí. Voy con Òscar.
Salí del cuarto de baño, volví a atravesar el pasillo y bajé las escaleras un poco atónita ¿Cómo iba a salir con ese? Es que dios. Cuando acabé de bajar me dí cuenta de que allí estaba Òscar, sentado en el sofá, viendo la tv:
-Eres un caso.
-¿Yo?
-Sí.
-¿Por qué? No he hecho ná.
-Por la ayuda.
-Ah, no hay nadie.
-No me digas. Era Thais.
-¿Cómo está?
-Imbécil.
-¿Qué dices?
-Que va a quedar con el de la pastillita de los huevos.
-Joder… deja a la chiquilla, que haga lo que quiera.
-No si yo la dejo…
-Pero no te enfades mujer, no es para tanto, ya es mayorcita pa saber lo que tiene que hacer.
-Me da igual, algún día le pasará algo y ya verás.
-Que extremista ere.
-Callate.
-Pero que no lo pagues conmigo, que no he hecho ná.
-Exacto.
Me senté en el sofá, al lado de Òscar, cogí el móvil y me metí al Whatsapp, Pablo me había enviado un mensaje:
-Te quiero.
Lo odio, pero lo quiero, tengo que admitirlo, pero no voy a volver a estar tan bien con el, lo que ha hecho no tiene nombre, bueno, sí:
-Pablo… por favor, para ya.
Se lo envié y salí del Whatsapp, abrí el Tuenti y tenía 5 novedades. 1 comentario en una foto de la fiesta, Laura estaba preciosa:
-Laura: ¡Qué guapas! Nueva principal. Te quiero Tabby <3.
-Sabrina: ¡Preciosas! Vale, la envidia de todas :$. Te quiero Tata<3.
1 invitación a un evento, ‘’se venden perritos’’, no me interesaba. 3 peticiones de amistad: ‘’Javi Ponts’’ aceptar. ‘’Òscar Perez’’ aceptar. Y ‘’Penélope Lopez’’ ¿¡QUÉÉÉÉÉ?! Pero que... uff… Denegar. Cerré el Tuenti y Pablo me había contestado al Whatsapp.


Sonrisas:$

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