Momentos para recordar.

Momentos para recordar.
Podemos volar.

Translate.

sábado, 18 de agosto de 2012

~Capitulo 26-.


~Capitulo 26-.
La 1’30 de la madrugada. ¿Y Sara? La llamé. Nada, no conestaba. Esperé unos minutos y volví a llamar. Bip. Bip. Bip:
-¿Sí?
-¿Dónde estás?
-Con unos amigos… ¿Por?
-Vamos a por ti, y nos vamos ya a casa. ¿Dónde estais?
-No, voy yo… esperarme.
-No. Dime dónde estás joder.
-En casa de Manu…
-¿Qué? ¿Qué haces en casa de ese? Joder Sara, ¿Cuántas veces te he dicho que Manu va a lo que va?
-Ya, pero que están todas, no me iba a quedar sola.
-Dios. Va, baja, en unos minutos estamos allí.
Colgué. Mi hermana era una copia a mí, no se da cuenta de las cosas hasta que no le suceden. Uff.. Cogí de la mano a Dani y a Sandra, nos despedimos de todos y nos fuimos hasta la casa de Manu. Allí estaba, sentada en la escalera cabizbaja. La llamé, vino y me dio un abrazo:
-Lo siento – susurró-.
-¿Qué sientes?
-No hacerte caso, lo siento teta.
-Da igual.
Dani la subió a caballo y nos fuimos a casa. Reímos e intentamos disimular la borrachera de Sandra. Funcionó. Cogí la llave, abrí y grité a mi padre que bajara. Pasados unos minutos apareció, vio a Dani y me miró. Le sonreí picara:
-Nada… que el viene a pasar la semana. Sus padres se van de viaje. ¿Te parece mal papi?
Continuó mirándome un par de segundos más. Suspiró:
-Esta bien… pero los 3, comportaros.
-Sí. –Dijimos a coro-.
Subimos al descapotable. Colocamos la capota y nos fuimos a casa. Tardamos las 3h de siempre. Nada más llegar cada uno subió a su habitación, eran las 5 de la mañana y estábamos todos cansados. Sandra y Dani con sus mochilas me siguieron hasta mi habitación. Entraron y cerré la puerta. Dejaron las mochilas en los esalones que había desde la puertecita hasta el nivel de la habitación. En esa cama cabíamos los 3. Nos cambiamos, con Dani mirando hacia otro lado y nos tumbamos en la cama. Yo en la pared, Dani en el medio, y Sandra al otro lado:
-Hasta las 4. Jajaja.
-Buenas noches enanas- dijo Dani-.
-Buenas noches gorditos.
Cerré los ojos. Los abrí. 5minutos habían pasado. Los volví a cerrar. 10. Repetí la acción. Otros 5 minutos. Nada, que no me dormía. Salí de la cama, Dani y Sandra ya roncaban. Abrí la puerta, todo estaba oscuro y no se oía nada más que los ronquidos. Cerré la puerta despacio. Bajé al 1piso, fui al salón y me asomé a la ventana ¿Pablo? Sí, era el ¿Qué hacía a esas horas levantado? Bueno, también podría preguntarse que lo hacía yo. Estaba en el jardín, iba a coger la moto. ¿Por qué no salir a saludarle? Ah, porque iba en pijama. Bueno, eran unos pantalones de chándal cortos y una básica azul eléctrico. No iba tan mal. Cogí la llave y lentamente cerré la puerta. Con las chanclas sonando por el caminito, corrí hacia el:
-Pablo –dije bajito-.
Se giró y me vio. Ya estaba subido en la moto y con el casco puesto. Se lo quitó y se bajó de ella:
-Mi niña. ¿Qué haces despierta?
-Que no me puedo dormir –Le di un beso- ¿Y tú?
-Lo mismo.
-¿Y donde ibas con la moto?
-Pues a dar una vuelta. ¿Te vienes? A las 7 estamos aquí.
-Vale, dame un casco grandullón.
-Enana.
-Petardo.
Se giró. Me miró, le sonreí y me sonrió:
-Tonta. Te quiero.
-Y yo.
Me dio el casco y nos subimos a la moto. La puso en marcha y me abracé a él. Nos adentramos un poco más en el pueblo. Había mucha gente de nuestra edad dando vueltas, todas esas personas iban borrachas. Que adolescencia madre mía… Llegamos a un parque pequeño. Cuatro juegos para niños y muchos bancos llenos de gente. Bajamos y me cogió de la mano. Caminamos hacía uno con 3 chicos y 1 chica:
-¡Cariño! –Gritó ella-.
-Hola, Sofía.
-Oh, ¿Y ese saludo? Yo quiero dos besos y un abrazo.
-¿Por qué los quieres ahora? Nunca te los doy.
-Dios. Ni que te hubiera bajado la regla.
-Bueno chicos, ella es Sabrina, mi novia.
En ese instante le miré. ¿Había oído bien? ¿Me ha llamado ‘’Su novia? OH DIOS MIO. Estoy saliendo con Pablo:
-Hola Sabrina… -Dijo Sofía con una cara de asco-.
-Hola ¿Sofía?- Me acerqué a darle dos besos, se apartó-.
-Sí. Guardemos las distancias.
-Hola Sabrina, yo soy Victor, y ellos dos, Axel y Leo.
-Hola chicos –dos besos a cada uno-.
-¿Y eso que has venido Pablo? –Dijo Leo-.
-Nada, que no podía dormir. Sabía que estabais aquí.
-¿Tan predecibles somos?
-Sí jajaja.
Se sentó y me señaló que me sentara, así hice. Me abrazó por la cintura y le di un beso. Era su novia… Esto era un momento para recordar:
-¿Y eso que tienes novia? No nos la habías presentado CARIÑO –Dijo Sofía -.
-Pues, no había surgido Sofía.
-Am…
En ese momento Sofía puso una canción en el móvil. ‘’Volver a sentir’’ de Critika y Saik:
-Que triste Sofía, quita eso – Protesto Axel-.
-Esta bien…
Miró a Pablo con ojos de pena y me miró con cara de asco. ¿Qué estaba pasando? Paró la canción.
Pasadas las horas miré el reloj, las 6’30. Mejor irse ya. Se lo dije a Pablo y nos despedimos de los 4. Como no, Sofía se le agarró al cuello y le susurró algo que no llegué a entender. Nos montamos en la moto y volvimos a casa. Un beso de despedida y entré en casa. Mierda. No le había preguntado lo del susurro. Da igual, ya le preguntaría. Subí a mi habitación en silencio y me tumbé en la cama. Cerré los ojos y me dormí.


~Capitulo 25-.


~Capitulo 25-.
Caminamos por el sendero, ¿Estaría allí? Aceleré el paso. No podía esperar a verle. ¿Cómo estará? ¿Me habrá echado de menos? Que ganas de abrazarle. Empecé a correr:
-¡Sabrina, espera!-Gritó Sandra-.
-¡Tengo ganas de verle, acelera!
Esquivé ramas y piedras a una gran velocidad. Empecé a oír a la gente reírse, gritar, botellas romperse, ya olía a Marihuana. Llegué, Sandra iba por detrás ahogándose, paró. Miré a mi alrededor, no lo veía ¿No estaba? ¿Qué le habría pasado? Volví a mirar con más entusiasmo. Nada. Joder, ¿Por qué no ha venido? Entonces apareció detrás de un par de arboles riéndose. Le miré. Me miró. Empecé a correr hacía el, el corrió hacia mi. Le salté encima y ambos caímos al suelo:
-¡DANI!
-¡TABBY!
Las lágrimas recorrían mis mejillas. Le abracé lo más fuerte que supe. Reíamos a la vez, cada vez le notaba más cerca. Cuanto lo había echado de menos. Al rato nos levantamos del suelo. Nos limpiamos la ropa y le cogí la mano:
-Ahora venimos cielos – grité-.
Le ayudé a que me siguiera hasta la casa azul, una casita en medio del campo abandonada desde hacía años, a pocos minutos de el mini prado. Caminamos por el camino de piedras hasta llegar a ella. Me senté en una especie de acera y el hizo lo mismo:
-Guapo.
-Tú mi niña. ¿Cómo estás perdida? – sonrió-.
-Estupendamente, ya tenía ganas de verte ¿sabes? Tengo que contarte jijiji.
-Cuenta cuenta.
-Pues mira, como ya sabes hace unas semanas me mudé, y allí conocí a Pablo, un chico, bueno, increíble. Y estamos casi juntos, y me puso los cuernos con una, bueno, no son cuernos, en la discoteca ella le besó pero él se apartó aunque yo me pensara otra cosa. Y he conocido a 7chicas INCREIBLES con mayúscula jajaja. Y eso. Que te he echado de menos Mejor amigo… -coloqué mi cabeza sobre su hombro-.
-Oh, que tonta, ya sabes que yo sí que te he echado de menos –Me empezó a acariciar el pelo-, ¿sabes qué?
-Dime cariño.
-Me he activado de nuevo el Tuenti. Ahora que te has ido, de alguna manera tendremos que hablar ¿no crees?
-Ya era hora, ahora solo te falta el teléfono.
-También lo tengo jajaja.
-Pues mira, apúntamelo en el mío.
Le entregué mi móvil y lo guardó en contactos:
-Bueno, ¿Y qué novedades tienes tú?
-Pues ya no estoy con Lola, éramos demasiado diferentes, yo quería estar un poco más a la mía y ella estar siempre juntos. Todos los días discutíamos y así no se puede seguir… y bueno, que no tenía nadie que me aconsejará y la dejé.
-Oh, pues ya estoy aquí y si, es lo mejor que has podido hacer, de todas formas, no me gusta compartirte con  nadie, ya lo sabes, ahora eres entero mío jajaja –Le besé la mejilla-.
-Eso desde pequeñitos ¿eh, tonta? Que te recuerdo que juramos estar siempre juntos, y dan igual las chicas que vengan, soy tuyo mejor amiga, y tú mia.
-Eso desde luego. Esta semana se la pasa en casa Sandra, si quieres venirte, en algún sitio podrás dormir.
-¿Segura?
-Claro, si quieres vamos ahora a por tus cosas, las dejamos en mi casa y volvemos aquí ¿Vale?
-Vale, pero esto ha sido idea tuya. ¿Eh?
-Que si tonto, que me dejarán, venga, vamos.
Me levanté y volvimos donde todos los demás, avisé a Sandra que en media hora volvíamos, que no se movieran de allí. Salimos del mini prado en dirección a su casa. Por el camino acabamos en el suelo varias veces, cuanto lo había echado de menos. Llegamos. El barrio más pijo de aquel pueblecito. Llamamos al timbre y subimos a su casa, aún eran las 12 y estaban sus padres despiertos. Saludé a sus padres mientras el hacía la bolsa. Me ofrecieron comida, les negué con una sonrisa, no había hambre. Fui hasta la habitación de Dani por si necesitaba ayuda. Acabamos la bolsa y salimos de su casa. No estaba lejos de la mía asique en poco volveríamos con todos. Mientras íbamos por la calle le abracé, y le empecé a haces cosquillas. Empecé a correr para huir de el y al final me alcanzó, me las devolvió. En pocos minutos llegamos a mi casa, entramos dejamos la mochila y nos marchamos. Volví a correr para huir de el, quería hacerme más cosquillas. Atravesé el camino de tierra y me cogió por la muñeca, me giré, me encontré con su sonrisa y con sus ojos mirándome:
-¿Ahora que enanita?¿Quieres más cosquillas? Jajaja.
-No, malo, ya me has hecho muchas jajaja.
Le besé la mejilla:
-Vale, eso me sirve como perdón jajaja.
-Oh, que guay, buena táctica jajaja.
Nos sentamos en un tronco cortado junto con los demás, el debajo y yo en sus rodillas. Todos iban demasiado fumados y borrachos para pensar cualquier otra cosa. 

miércoles, 15 de agosto de 2012

~Capitulo 24-.


~Capitulo 24-.
28 de  agosto del  2011
Caminé por aquella calle desierta, tan solo se oían mis zapatos dando en el suelo y las botellas en mi mochila. Miré las casas y no la encontraba. Seguí caminando hasta que di con un bloque de pisos destartalados y desconchados. Pasé de largo y miré la siguiente casa. 25. Me la había pasado, volví a mirar atrás y era esa, 23. Miré los timbres y apreté el 9º. No contestaba, volví a llamar. Esta vez la voz de una señora mayor salió por el telefonillo:
-¿Sí?
-¿Está Josué?
-Sí. Ahora le digo que venga.
Se oyó como gritaba su nombre y alguien respondía. Se acercó al telefonillo para saber que pasaba:
-¿Qué?
-¿Bajas y nos vamos al botellón?
-Voy espérate.           
Me acerqué hasta un banco, me quité la mochila para apoyarla allí, pesaba. Me senté y esperé. Esperé y volví a esperar ¿Dónde estaba? Me levanté y me acerqué a los telefonillos. Llamé. A los pocos segundos contestó:
-¿Qué coño quieres pesada?
-¿Quieres bajar ya? Vamos a llegar tarde, y baja esos humos.
-Que ya voy, ostia.
Imbécil.
Volví a quedarme esperando y enseguida bajó, me levanté y me acerqué corriendo a darle un beso, me apartó con la mano y puso cara de asco. ¿Pero de que iba? Uf…  caminé a su lado todo el camino en silencio. El tampoco hacía esfuerzo por entablar conversación. Cogí el móvil y puse una canción‘’The way we see the world’’ de Afrojack, Dimitri Vegas, Like Mike y Nervo. Llegamos a un caminito de tierra en medio del campo, me cogió la mano y me arrastró casi literalmente. Me apretaba las muñecas con toda su fuerza, me dolían. Grité que parara. Se giró, me miró con cara de asco y siguió caminando conmigo arrastras. Al cabo de muchas quejas, paró, abrí los ojos, y allí estaban todos. Me soltó y se fue hacia sus amigos, ellos le pasaron un cigarro y empezó a fumar. Lo miré un rato y cabizbaja caminé hacia donde estaban las chicas, sonreí y me trague todo. Me senté en un árbol cortado y saqué de la mochila una botella de Vodka negro. Cogí un vaso que me dejaron y lo mezclé junto con Fanta de limón. De un trago me lo bebí todo. Miré a las chicas y me uní a la conversación. Una o dos horas más tarde no quedaban botellas llenas y decidimos irnos a una fiesta que hacían. Josué se colocó a mi lado y me miró. Giré la cabeza y dejé de sonreir. Miré al suelo y continuaba caminando. Se colocó delante y puso sus manos en mi culo, me levantó la barbilla y me sonrió. Le sonreí levemente:
-Lo siento nena.
-Da igual… son cosas que pueden pasar a todos cariño.
-No, yo me he pasado, pero quería venir y fumar, estado de broncas con mis padres y lo necesitaba. Perdoname.
-Está bien…
Me volvió a sonreír y  poco a poco se acercó a mis labios, me besó, me apretó más a el y despegó sus labios de los mios. Los acercó a mi oreja:
-Te quiero nena. Quisiera que mi primera vez fuera contigo.
¿Había oído bien? ¿Quería perderla conmigo? Que mono. Le miré a los ojos:
-Yo también.
Ambos estábamos felices. Le cogí la mano y caminamos en silencio, pero no un silencio incomodo, al contrario. Alcanzamos a todos y llegamos a un chalet grande. Se oía música alta, mucho. La puerta estaba abierta y entramos, toda la gente bailaba pegada a otra, más bien, perreaban. Nos adentramos más en la pista y empecé a bailar con Josué. Al rato me cansé y decidí ir a por algo de beber. Me encontraba un poco mareada. Ya me había subido. Cuando llegué me encontré a Josué bailando con una chica demasiado desesperada. Llegué y la aparté, la miré, y le sonreí con cara de asco. Acto seguido empecé a bailarle a Josué. Disfrutaba. Ella se fue y me cogió de la mano, subimos las escaleras, hacia las habitaciones. Nos metimos en una enorme. Cerró la puerta y empezamos a besarnos, poco a poco bajaba más las manos. Paré:
-¿Qué pasa?
-¿Tienes condones?
-Sí, ¿Por?
-Saberlo.
Me acerqué y continuamos besándonos. Me desabrochó los pantalones que llevaba. Se cayeron al suelo. Ya no estaba tan segura. Paré y le miré de nuevo:
-No lo tengo claro…
-¿Qué dices? Venga no seas tonta, que sabes que te va a gustar.
-Sí, pero es mi primera vez y nosé… no tengo claro que quiera que sea ahora.
-Joder. ¿Quieres un porro antes? Para tranquilizarte un poco.
-No fumo. Ya lo sabes.
-Pues me lo fumo yo y tú le das unos calos. ¿Vale?
-No sé fumar..
-Yo te enseño.
Se sacó del bolsillo una bolsita con un poco de Marihuana, tabaco, papel  y unas boquillas. Empezó a liárselo y cuando terminó lo encendió. Le dio dos calos y me lo pasó:
-Haber coloca el porro entre tus labios. Cierra la boca y absorbe el aire, como si respiraras a través de el. Y intenta que te llegue a los pulmones.
Así hice. Respiré y casi me ahogo. Tosí. Sonrió. Me sentía más mareada aún. Poco a poco. Calada a calada, entre los dos nos lo terminamos. No me encontraba bien:
-Josué… me encuentro mal…
-No pasa nada, eso es por que es tú primera vez, cuando estemos haciéndolo ni te acordarás.
-Pero…
No me dejó acabar de hablar. Me tumbó en la cama y se puso encima, no sabía que hacía, en ese momento no estaba para saber donde estaba. Grité flojo para que parará, no lo hizo. Empecé a llorar, me dolía. El seguía como si nada. Me pegaba bofetones para que parara de gritar, de llorar, quería que gimiera. Lo intenté. No pude. Le pegué y me tapó la boca con la mano. Un rato más tarde se levantó de encima y se vistió. Yo seguía allí, tumbada en la cama, me dolía todo. Me había roto el labio con un puñetazo en un vano esfuerzo porque me callara. Antes de irse, se rió:
-Oie, que mejor dejemoslo. En la cama eres horrible. Ya nos veremos.
Cerró la puerta y yo lloraba. Me levanté como pude de la cama, me coloqué la ropa y me dirigí al baño, me tiré agua a la cara. Bajé las escaleras corriendo y me fui a mi casa. Todos dormían. Corrí a mi habitación, me tumbé a llorar. Decidido. Seguía siendo virgen, no contaría esa noche como primera vez. 

Sonrisas:$

Las más populares.