Momentos para recordar.

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Podemos volar.

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lunes, 3 de septiembre de 2012

~Capitulo 28-.


~Capitulo 28-.
Llegamos a un descampado grande, lleno de artilugios de feria. Los niños corrían por allí con algones de azúcar en la mano, otros con piruletas más grandes que ellos. Las madres se sentaban en bancos, en aceras, o en cualquier sitio para poder controlar desde las distancia a los hijos. Los gritos de los feriantes, las risas de la gente, la música de las atracciones, todo. Era maravilloso estar allí, cada olor, cada movimiento, me recordaba a las ferias en Italia, con mi abuela y mi abuelo. Anda, pero si faltan 2 días para su cumpleaños. La llamaré. En aquel momento, Pablo me estiró del brazo para irnos a la noria. Le seguí al lado de todos los demás. Llegamos, compramos el ticket e hicimos cola. Cuanto tardaba en desaparecer, parecía que todo el pueblo estuviera allí. En aquel momento, justo aquel, empezó a sonar ‘’What makes you beautiful’’ de One direction. Me quedé quieta, notando como cada nota se metía por mis oídos y recorría mi sangre hasta mi corazón. Si, lo admito. Soy fan de One Direction. Aún no había salido su primer álbum, pero faltaba poco. Me percaté y volví en mi. Caminé unos pocos metros, ya habían subido varias parejas y nos tocaba a nosotros. Se paró y salieron unas pocas personas. Decidimos entrar los 6, cabíamos de sobra. Entramos, me coloqué en la ventana, justo delante de Pablo. Apoyé el brazo en mi rodilla admirando aquella vista. Era precioso. Noté que alguien me acariciaba la pierna, me giré y le vi. El y su preciosa sonrisa, se la devolví. Me giré al otro lado y me metí en la conversación:
-Wow, este lugar es precioso, aunque estemos un poco encerrados… -Dijo Laura- Tengo un poco de claustrofobia.
Dani que estaba a su lado le dio un abrazo. Ella sonrió y se lo devolvió:
-Si tienes miedo, abrázame fuerte.
-Vale, gracias. Intentaré no ahogarte demasiado jajaja.
-Tranquila, creo que podré respirar jajaja.
Se miraron unos segundos y apartaron la mirada. Espera. ¿Estaban sonrojados? Dios, había chispa allí. Sonreí y miré a Alex y Sandra. Simplemente amigos. Ojalá hubiera algo entre ellos, aunque vivieran a 3h de distancia. Sé que ese chico es para ella. Al pensar aquello me puse un poco celosa, no entendía nada. Seguíamos dando vueltas. Sin saber cómo, ya debíamos bajar. Cuando ya estábamos fuera decidimos ir a por un algodón de azúcar. Me lo pagó Pablo, pese a mi testarudez. Lo compartimos entre los 6. Nos sentamos en unos bancos de por allí cerca:
-Alex, ¿Vienes a el canguro? –Dijo Sandra- Los demás creo que les gusta un poco más tranquilo jajaja.
-Claro, vamos – Sonrió y caminaron hasta allí-
-Nosotros creo que también iremos a dar una vuelta haber que hay ¿Quieres Dani? –Pregunto Laura un poco avergonzada-
-Sí, vamos y dejemos solos a estos dos jajaja –Le cogió la mano y también se fueron-
-Bueno, nos han dejado solos, ya tardaban jajaja
-La verdad es que si. Aunque yo tenía ganas de quedarme un rato contigo.
Se acercó y me dio un beso con sabor a algodón de azúcar. Ahora estábamos el doble de pegajosos que antes. Reímos. Cuando nos terminamos el algodón, nos levantamos y cogidos de las manos fuimos a dar una vuelta. La verdad, era todo una chapuza, pero para pasar la tarde, venía bien. Mirábamos como se divertían los niños pequeños. Cada sonrisa suya se me clavaba en el alma. Era como volver a la infancia:
-Tengo una idea. ¿Por qué no nos vamos un rato por aquí cerca y luego volvemos?
-Genial, ¿Pero dónde vamos?
-Donde sea, ¿Qué más da? Mientras sea contigo cualquier lugar es precioso.
Me sonrojé y le seguí. Empezamos a recorrer calles sin rumbo. Todo el mundo estaba en la feria y solo se oía risas. Nuestras risas. Llegamos a un caminito de tierra y nos adentramos en el. Los arboles tapaban la vista a los lados. Poco a poco se divisaba una pradera a lo lejos. Llegamos. :
-Dios mío. Es, es precioso.
Me quedé sorprendida al ver aquel lugar. No tenía nada que ver con la pradera a la que me llevó la primera vez. Era un acantilado, justo debajo de nosotros, una pradera, miles de árboles, el rio, y algún pueblo disperso. Se colocó detrás de mí, colocando sus brazos rodeándome la cintura y su barbilla en mi hombro. Giré un poco la cabeza para darle un beso en la mejilla.
-¿Te gusta?
-Me encanta. De verdad, eres un muy buen explorador, jajaja.
-Lo sé, lo sé. Jajaja. Lo mejor de todos los lugares, es que puedo compartirlos contigo.
-Tienes razón. Este lugar no sería tan bonito, tan impactante si tú no estuvieras conmigo, aquí.
-Al revés.
-No.
-Sí.
Me giré y le miré a los ojos con una leve sonrisa:
-No.
Me dio un beso, supongo que para callarme:
-Gano yo. Sí.
-Cabezota jajaja.
-Mucho, pero sé que te encanta.
-Tienes toda la razón. Me encantas así, y no te cambiaría nada.
Sonreí y dejó de abrazarme:
-Sabrina, mañana por la noche, se celebra una fiesta en honor a que llega el verano. Me preguntaba si... querías venir conmigo…
-No.
La cara le cambió al completo, se apartó de mi y reí:
-¿Qué te hace tanta gracia, tonta?
-Que me gusta picarte. Claro que iré contigo tontorrón.
Me acerqué y le di un abrazo:
-Te quiero.
-Te quiero más.
-No voy a discutir esto, que llegaremos tarde jajaja.
-Es verdad, mejor vamos.
Nos cogimos de la mano y deshicimos el camino hecho para volver a la feria. 

2 comentarios:

  1. *.* el proximo capitulo yaa! jaja es que enserio estoy enganchada a tu novela. ME ENCANTA!<3

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  2. por favoooooooor, mas capituloss yaaa!

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Sonrisas:$

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